Berenjenas a la parmesana

Esta receta de berenjenas a la parmesana o a la Parmigiana, es un clásico de la comida italiana.

Como todas las recetas que incluyen queso, se puede sustituir la variedad de cualquier queso por otro diferente, aunque en esta receta, se especifica claramente que es con Parmigiano Reggiano, que es el que le va a aportar ese sabor distintivo que tanto triunfa.

Berenjenas a la parmesana

También se pueden hacer variaciones en cuanto al tipo de cocción de la berenjena. En vez de freírla, se puede asar las rodajas en el horno hasta que estén tiernas, pudiendo hacer el resto del proceso igual. Es una opción más sana y menos calórica, aunque menos sabrosa.

En mi opinión las berenjenas son junto a las judías una de las verduras a las que se saca poco partido en la mesa. Muchas personas reniegan de estos alimentos. Y en realidad, si experimentamos con diferentes recetas seguro que damos con una manera de cocinarlas que nos guste.

Se puede servir como plato único (debido a que llenan mucho) o como aperitivo durante cualquier época del año, aunque siempre es recomendable utilizar las berenjenas en su época de recolección.

Si no tienes salsa de tomate casera, puedes utilizar una comprada.

Estos son los ingredientes que necesitaras para 6 raciones:

  • 3 berenjenas, grandes
  • 190 gr de harina de trigo
  • Sal y pimienta negra al gusto
  • 3 huevos
  • 180 gr de pan rallado
  • Abundante aceite de oliva para freír
  • 700 ml de salsa de tomate (o más, al gusto)
  • 200 gr de queso mozzarella rallado
  • 100 gr de queso Parmigiano Reggiano rallado

Indicaciones para hacer la receta:

TIEMPO DE PREPARACIÓN - 2 HORAS | TIEMPO DE COCCIÓN - 1 HORA

  1. Lava bien las berenjenas, córtales el tallo y rebana las berenjenas en rodajas de 1 cm de grosor aproximadamente.
  2. Para ayudar a eliminar el amargor y eliminar el agua de las berenjenas, pon una capa de papel de cocina sobre una bandeja para el horno, coloca la mitad de las rodajas de berenjena sobre papel absorbente y espolvorea generosamente con sal gorda por encima. Cubre las rodajas con más papel de cocina y pon el resto de rodajas de berenjena encima, cubriéndolas con más sal gorda. Déjalo así durante 1 hora. Pasada la hora, lava las rodajas de berenjena para eliminar la sal y sécalas con papel de cocina.
  3. En un plato hondo, mezcla la harina con un poco de sal y de pimienta. En otro plato pon los huevos batidos hasta que estén espumosos. Y en un tercer plato, pon el pan rallado.
  4. Calienta unos 60 ml de aceite de oliva en una sartén amplia. Reboza cada rodaja de berenjena, primero en la harina, luego en el huevo batido y por último en el pan rallado.
  5. Sumerge cada rodaja rebozada en el aceite caliente y fríela hasta que esté dorada por ambos lados. Sácala a un plato con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite de la fritura. Fríe todas las rodajas de berenjena de la misma forma.
  6. Precalienta el horno a 200 ºC. Prepara una fuente apta para horno, y pon en la base la mitad del tomate frito esparcido.
  7. Pon encima del tomate la mitad de las rodajas de berenjena empanadas. Si no caben todas, superpón algunas hasta que quepan.
  8. Cubre las berenjenas con la mitad del queso mozzarella y la mitad del queso Parmigiano Reggiano. Pon encima otra capa con el tomate frito restante, las rodajas de berenjena restantes, la mozzarella restante y el Parmigiano Reggiano que queda.
  9. Introduce la fuente en el horno durante una media hora, hasta que el plato esté burbujeante y se empiece a dorar el queso.
  10. Saca la fuente del horno y deja que repose al menos 15 minutos antes de servirlo. Servir en caliente.

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